Los separatistas rabian porque los refugiados ucranianos quieren aprender español en Cataluña
Las turbas separatistas rabian porque los refugiados ucranianos llegados a Cataluña, alrededor de 16.000, estén recibiendo clases de español a su llegada a la comunidad autónoma, en lugar de catalán.
Un esclarecedor ejemplo de la ira de los independentistas porque las personas ucranianas que están huyendo de la invasión rusa de su país reciban clases de español en Cataluña se ha dado en el Ayuntamiento de Palamós, un pueblo de Gerona.
Ahí el Consistorio, donde gobierna ERC, ha organizado clases de castellano para la integración de las personas ucranianas refugiadas, unas clases que dan de forma voluntaria ucranianos residentes el municipio y que el propio Ayuntamiento aireó orgulloso en sus redes sociales.
Sin embargo, la cólera de los independentistas más radicales se ha cebado con esta administración por ofertar clases de español en lugar de en catalán, por lo que se ha visto obligada a salir a excusarse.
Así, el Ayuntamiento indicó en sus redes sociales que se trata de «una situación de emergencia» en la que de forma «excepcional» se dan las clases en castellano «porque no se sabe cuál será el destino que tendrán estas personas en España».
«Ya está previsto que todas aquellas personas que finalmente se queden en Palamós, puedan recibir clases de catalán, dentro de la formación que ofrece la Escuela Municipal de Adultos de Palamós a todas las personas inmigrantes residentes en el municipio», agregó.
Además, sentenció que el catalán «seguirá siendo requisito necesario para los procesos definitivos de inmigración».
S’organitzen classes de castellà per a la integració de les persones ucraïneses refugiades a #Palamós🤗
ℹ️ Les classes les imparteixen voluntaris ucraïnesos residents al municipi.
Més info: https://t.co/MuZOozYF8C pic.twitter.com/ve7YgVieDS
— Ajuntament de Palamós (@AjPalamos) April 13, 2022
«¡Justificando lo injustificable! El castellano en Castilla. En Cataluña el catalán. ¡Basta ya!», es uno de los tantos comentarios criticando que este Ayuntamiento ofrezca clases de español a los refugiados ucranianos de Cataluña.
Unas críticas a las que se sumó Josep Lluís Alay, jefe de Oficina del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont, que tildó de «vergüenza» estas clases. En la misma línea se expresó el pasado mes de septiembre sobre el hecho de que los refugiados afganos huidos tras la llegada al poder de los talibanes tuvieran que aprender español durante 6 meses para conseguir asilo en España. «Qué pena todo», afirmó.
Quina vergonya https://t.co/yuigbnNR3E
— Josep Lluís Alay (@josepalay) April 13, 2022
«Una treintena de personas ucranianas refugiadas en Palamós, participan de las clases de castellano que se han organizado en el municipio, y que se suman a todas aquellas iniciativas que se impulsan con el objetivo de darles todo el apoyo, fomentando aquellas herramientas que deben permitir una cómoda integración de estas personas en la sociedad local», reza el comunicado del Ayuntamiento explicando esta actividad que a Alay le parece una «vergüenza».
Además, el Ayuntamiento asegura que la realización de clases de castellano «es una de las principales demandas que realizan las personas que llegan al municipio huyendo de la guerra de Ucrania, y que son atendidas en el Servicio Municipal de Ciudadanía e Inmigración».